Carmen Ramírez Lunavictoria a sus 34 años, es una de tantas peruanas que emigran al extranjero. Salió del Perú para ganar experiencia personal y profesional. Carmen radica en Viena desde hace cinco años, su primer trabajo fue cuidando niños y paseando perros. Actualmente enseña español a niños y canta música criolla en el Grupo Cultural en Viena. Extraña la calidez de los trujillanos. Nunca se sintió marginada. Piensa que no es necesario emigrar para salir adelante, siempre y cuando se ponga el mismo empeño como se pone fuera del país.
¿En qué país radicas?
En la capital de Austria: Viena.
¿Debido a qué decidiste salir del Perú?
Tenía la necesidad de hacer algo completamente diferente y ganar una buena experiencia personal y profesional.
¿A qué edad viajaste?
A los 29 años, ya llevo 5 años acá.
¿Cómo fue tu adaptación en un país totalmente diferente?
En mi caso no fue tan difícil, porque conocí gente muy rápido, pero aunque parezca paradójico, el hecho de sentirse sola entre tanta gente es lo que hace que una persona no termine de adaptarse, esa sensación de que algo te falta, nunca se va.
¿Quién te recibió cuando llegaste?
Me recibió una amiga de Trujillo, Diana Benites Goicochea, que ya radicaba años allá. Me hospedó en su departamento por un año, yo pagaba la mitad, luego me independicé.
¿Cuál fue tu primer trabajo?
Cuidando niños y paseando perros.
¿Qué haces actualmente?
Estudio Alemán en la Universidad de Viena y trabajo cuidando niños, poco a poco me fui adaptando y fue así que los padres de los niños que cuido quisieron que también les enseñe español y se pasaron la voz con otros padres, ahora reúno grupo de 10 a 12 niños y les enseño español todos los días, a eso me dedico más. Los fines de semana canto en el Grupo Cultural en Viena, me encargo de la música criolla y de vez en cuando paseo perros.
¿Te gusta lo que haces?
Sí, enseñar español me gusta porque tengo esa vocación, en Trujillo me desempeñaba como maestra. El ser niñera es en realidad un trabajo más relajado, porque acá los padres no acostumbran a dejar nunca solos a sus hijos, me contratan en las noches cuando salen, por lo general encuentro dormidos a los niños. Tengo tiempo de trabajar en otras cosas y así consigo más dinero.
¿Qué extrañas de Trujillo?
Mi familia, mis amigos, mi cultura; para resumir, la calidez de la gente.
¿Cómo te ha afectado salir de la tierra que te vio nacer?
Salir de mi país me hizo revalorizar mi cultura, mi familia y conocer diferentes culturas.
¿Cuál era tu barrio en Trujillo y qué recuerdas de él?
Vivía en la urbanización Luis Albrecht. Me vienen muchas cosas a la mente; mis vecinos, mis amigos, las fiestas que se hacían, los encuentros de deporte, la tiendita que estaba cerca de mi casa, el tanque de agua donde de pequeños jugábamos y de grandes nos juntábamos sólo para conversar.
¿Con quiénes vivías en Trujillo?
Al principio con mi familia, a los 23 años me independice.
¿Siempre fuiste tan independiente?
Sí, mi madre murió de cáncer, la perdí cuando apenas era una niña. Mi padre se quedo solo con cinco hijos, nos crió muy bien. La muerte de mi madre fue lo que marco mi vida, me hizo mucha falta, pero siempre la recuerdo y la tengo presente en mi vida.
¿Con quiénes vives en Viena?
Vivo sola, arriendo un departamento y casi no paro en él, porque todo el día ando fuera. La vida aquí es muy agitada.
¿Dónde vives exactamente?
En un departamento que arriendo en Neubaugasse 54/18ª 1070 Viena-Austria.
¿Quiénes son tus amigos en Viena?
Conocí mucha gente buena, de diferentes nacionalidades, tuve la oportunidad de viajar a muchos lugares, mis amigos son aquellos que conocí acá y me acogieron hasta ahora y compartieron conmigo alegrías y penas, también aquellos que continúan en Perú y nunca se olvidaron de mí, con eso también me refiero a mi familia.
¿Qué es lo mejor que te ha pasado fuera de Perú?
Trato de rescatar de todo lo que me pasa lo bueno. Pero lo más exquisito es el haber recorrido toda Europa, conocí ciudades hermosísimas y con ello sus culturas, aprendí mucho.
¿Te has sentido alguna vez marginada?
Gracias a Dios no pasé por la xenofobia, pero sé que muchos latinos son marginados y la pasan recontra mal.
¿Qué apreciación tienes de Trujillo?
Hace mucho tiempo que no estoy en Trujillo, pero me dijeron que no lo reconoceré, que está muy cambiado. Eso es signo de que está progresando, pero espero que mantenga su esencia.
¿Qué más quisieras lograr personal y profesionalmente?
Profesionalmente sólo terminar mis cursos y dedicarme a lo que me gusta, personalmente quisiera realizarme como mujer y madre. Y claro el tener la oportunidad de volver a reunirme con toda mi familia, porque aunque me hayan visitado, quisiera estar con mis cinco hermanos y con mi padre, todos juntos en la casa que nos vio crecer.
¿Piensas regresar a Trujillo?
Me encantaría. Quiero terminar mi curso en la universidad y lo más pronto visitar Trujillo.
¿Crees que salir al extranjero es necesario para progresar o salir adelante?
No, pienso que uno podría salir adelante en su propio país, siempre y cuando ponga el mismo empeño, que la mayoría de las personas ponen sólo estando fuera de su país.